Poema de un bebé abortado

Ojalá Pudiera... Pero Nunca Podré

Yo nunca conoceré el amor de una madre
Ni la suave mano de un padre.
Nunca jugaré, ni andaré en bicicleta,
Ni correré por la arena de la playa, jugando con una cubeta.
Yo nunca tendré un amigo, o un perrito a quien querer,
Ni treparé a los árboles, ni un gol podré meter.
Yo quisiera poder sentir estos placeres, sí, se lo suplico, se lo ruego.
¡Ojalá pudiera!... pero nunca podré, porque hoy sin nacer muero.

Yo nunca oiré cantar a un pajarito, ni sentiré la lluvia en mi carita.
Nunca me reiré haciendo un dibujito, ni usaré trajes de lanita.
Quisiera haber tenido una madre
Que me abrazara contra su pecho
¡Ojalá pudiera!... pero nunca podré;
Jamás me quizo ella bajo su techo.

Yo nunca veré al sol nacer, ni a las estrellas correr.
Nunca una flor oleré en el parque al atardecer.
Quisiera haber nacido, yo haría lo mejor;
Contra la ley del aborto lucharía con fervor.

Yo nunca iré a la escuela, ni abriré regalos de cumpleaños.
Nunca oiré cuentos de mi abuela, ni podré subir corriendo los peldaños.
No conoceré lo que es la amistad,
Nunca sabré qué es una familia de verdad.
Me gustaría llegar a casarme, y ver a mis hijos por la mañana despertar.
¡Cuánto lo deseo! Pero he fracasado, hoy me acaban de abortar.

Perdónales, Señor, porque no saben lo que hacen;
Destruyéndo en el vientre a los que nunca nacen.
Gracias, Señor, y excúsame si en tus brazos lloro;
Porque nunca tendré la familia que añoro.
Mami, así, de esta manera quisiera haber sido abrazado.
¡Ojalá pudiera!... pero nunca podré, porque hoy fui abortado.


Anónimo
(Mi mami nunca me dió un nombre)